Gestionar es filtrar
July 2, 2024This essay is also available in English.
El volumen de información que fluye a través de una organización es abrumador. Cuando las empresas crecen a ser más de un puñado de personas, se vuelve imposible que todos estén al tanto de todo. Los gerentes filtran. Así como plataformas como Facebook o Twitter curan tu feed para mejorar nuestra experiencia como usuarios, alguien debe curar el flujo de información dentro de una empresa. Los gerentes aseguran que la información correcta llegue a las personas adecuadas en el momento adecuado.
El ejemplo clásico es el flujo de información descendente. Los gerentes protegen a los colaboradores individuales (CIs) en su equipo del trabajo caótico que conllevan la planificación de nuevos proyectos o en la reorganización de prioridades entre los demás equipos. Si los CIs tuvieran que prestar atención a cada detalle de todas las iniciativas preliminares, perderían tiempo en proyectos que terminarían nunca viendo la luz del día, dejando poco espacio para el trabajo productivo en tareas que la empresa realmente termina priorizando. Al filtrar y destilar la información, los gerentes permiten a los CIs concentrarse en ejecutar proyectos clave de manera efectiva.
Más sutilemente, esta responsabilidad también se extiende a filtrar la información hacia arriba. Los equipos de liderazgo deben operar a un alto nivel de abstracción y, por definición, no están cerca de lo que está sucediendo en el terreno. Es responsabilidad de los gerentes agregar y sintetizar los detalles cotidianos, resaltando lo importante y mantienendo el ruido al margen. De esa forma, los gerentes aseguran que los líderes puedan tomar decisiones informadas sin ser abrumados por minucias. Los buenos gerentes, por lo tanto, actúan como filtros bidireccionales, optimizando el flujo de información para alinear con los objetivos organizacionales y conseguir eficiencia desde ambos extremos.
En una organización grande, la mayoría de la información es irrelevante para la mayoría de las personas. Tener la habilidad de distinguir la señal entre una cacofonía de posibles distracciones es una habilidad clave a perfeccionar.
Foto: Sidewalk Coffee Time, por mí. Anteriormente compartida en A long short month.
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